martes, 23 de noviembre de 2010

El Charro...Mexicano..









El Charro Mexicano
El charro moderno practica la charrería que está considerada como el deporte nacional en México a pesar de que el Fútbol es mucho más popular y que la mayoría de la población urbana ignora los aspectos más básicos de la charrería, Esto pudiera deberse en gran medida a que a diferencia del Fútbol, (un deporte que no implica mayores problemas para practicarse que el uso de una pelota y el cual se puede jugar en casi cualquier lugar), la charreria es mayormente practicada por las clases pudientes, por lo oneroso del mismo mantenimiento equino y de la vestimenta propia. Actualmente, y ya como actividad competitiva y reglamentada,[2] encuentra su manifestación auténtica en este país, basada en las prácticas y ecuestres desde la Colonia hasta la Revolución mexicana.

Características:
caracteristicas:
La silla de montar mexicana, que es hija de la española y nieta de la árabe, no obstante el hecho de que es relativamente pesada comparada con otras, es muy cómoda tanto para el caballo como para el jinete y básicamente se conforma por un "fuste" o esqueleto de madera, cuerajes y estribos entre otros accesorios.Existen tan bellas sillas de montar que son una auténtica obra de arte: de cuero talabarteado o amartelado que forman figuras en todas sus elementos o arreos; las hay con molduras de plata, con hiladuras de colores que alegran y embellecen los arreos, y se suelen acompañar de tientos, donde se atan y cuelgan lo mismo un machete que una cuarta o un fuste, un rifle o un gabán.
Los arreos y avíos el charro (o vaquero) mexicano, estos fueron copiados por el cowboy o "buckaroo" estadounidense, luego de la colonización del territorio mexicano perdido a manos de los estadounidenses. De hecho la silla de montar tejana está basada en la silla mexicana de chinaco.
Durante la Revolución mexicana el caballo criollo mexicano prácticamente desaparació, debido a su excesivo uso durante el combate. Así que los caballos más utilizados para la charrería son el Cuarto de Milla, de origen norteamericano y el Caballo Azteca que es una raza reciente.
El Caballo Charro debe ser de mediana alzada, muy fuerte, de temperamento noble y veloz.
La "reata" o soga de lazar es indispensable para la charrería así como las espuelas, chaparreras y el traje de Charro.

Escaramuza charra...

Escaramuza charra
Se conoce como escaramuza charra al conjunto de ejercicios ecuestres que, a manera de carrusel, realiza al galope un grupo de niñas y señoritas vestidas de rancheras mexicanas y montadas al estilo mujeril o como amazonas. El número, todo belleza, ritmo y maestría, se ejecuta al compás de las notas de Las coronelas. Las evoluciones ágiles, audaces y valientes, dan al espectador la impresión de estar observando un ballet lleno de colorido.

El Nuevo Charro…

La fiesta charra, se inicia con el desfile general de los charros participantes y de las Adelitas de alguna Escaramuza, quienes recorren en sus corceles el ruedo y rinden honores a la bandera.
Enseguida se suceden, de acuerdo al orden establecido, las diferentes suertes, que entre las más conocidas podemos mencionar: La Cala de Caballo, el Pialar, el Coleadero, la Jineteada de Toro, la Terna, el Jineteo de Yeguas, las Manganas y el Paso de la Muerte, Suerte charra.


Las suertes charras

Las suertes charras
La competencia inicia con el tradicional desfile de apertura con la marcha de Zacatecas, recorriendo el ruedo para rendir honores a la bandera. Después de saludar se desplazan hacia las tablas para dar paso a las suertes charras

Paso de la muerte

Paso de la muerte

Es probablemente una de las suertes más peligrosas de cuantas se ejecutan en la charrería. Se necesita de gran maestría, valor y conocimientos para realizarla. Consiste en que el jinete, montando en pelo un caballo domado y educado, corre paralelamente a una yegua bruta que ha salido del cajón y, emparejándose con ella, se pasa del caballo en que va montado a la yegua. El jinete debe sostenerse únicamente de las crines, tanto de su caballo, como de la yegua a la que ha de pasar. El charro será auxiliado por tres ayudantes, quienes se encargarán de hacer correr a la yegua alrededor del ruedo. El jinete dispondrá de tres oportunidades para realizar esta suerte. Como la yegua no está acostumbrada a llevar jinete alguno en su lomo, al momento de ser montada repara, se levanta sobre las patas, brinca y corcovea, tratando siempre de librarse del pasador; pero éste no se cae, permanece montado, bien sujeto de las crines hasta haber calmado al animal.

Manganas

Manganas
Consisten en lazar únicamente las manos del animal cuando éste pasa a toda velocidad o está parado. Se pueden tirar manganas hacia delante o hacia atrás, a la derecha o por la izquierda. Se realizan en equipo y el manganeador es auxiliado por tres arreadores y cuenta con tres oportunidades para tirar manganas siempre diferentes. El lazador se colocará en el lugar del ruedo que mejor le parezca, a una distancia mínima de cuatro metros de la barrera, y los arreadores se encargarán de lograr que la yegua pase entre la barrera y el manganeador, quien estará floreando la reata en espera del momento de tirar a lazar Se considera mangana consumada cuando al caer la yegua lazada y estirada rinda costillar y paleta. El lazador a caballo podrá tirar manganas sencillas, floreadas y pararse sobre el caballo, utilizando la silla y el anca para auxiliarse y lograr una excelente puntuación, ya que aunque se le califica bajo las mismas normas que al charro que manganea a pie, la tabla de puntuación será más alta. El arte de florear y manganear a caballo es de gran mérito por la dificultad que implica su ejecución.

Jineteo de Yeguas

Jineteo de Yeguas

Al igual que en jineteo de toro, el jinete debe permanecer en el lomo de la yegua cerril hasta que deje de reparar. Los jinetes también se clasifican en categorías de acuerdo al procedimiento que utilicen para jinetear. Así, hay quienes lo hacen con pretal de gaza, con tentemozo, con la cara hacia atrás, a una mano y ala greña. El charro cuenta con cuatro minutos para apretalar la yegua y salir del cajón. Se le concederá un punto adicional por cada minuto que gane del tiempo marcado, pero se le sancionará con un punto por cada minuto que se retrase en salir del cajón. Se sancionará también al jinete que se aproveche de la proximidad de la barrera para apoyarse o utilice al apearse cualquier otro auxilio, En cambio, se considera muy elegante bajarse con gracia, sin prisa y con el pretal en la mano.

Terna

Terna
Como su nombre o indica, los participantes siempre serán tres charros. La terna está estrechamente unida a la jineteada de toros y deberá efectuarse en ocho minutos, que empiezan a contar desde el momento en que sale el toro del cajón con el jinete, y termina cuando se limpia (se le quitan las lazadas). Las ternas que se ejecuten en menor tiempo contarán con puntos adicionales; 2 puntos buenos por cada minuto menos. Una vez que el jinete se ha apeado del toro, los tres charros a caballo comienzan a lucir sus habilidades de lazadores. Primero se busca lazar la cabeza, para lo cual cada charro
tendrá una oportunidad que utilizará de manera alternada. Una vez que se ha lazado al toro por la cabeza o por los cuernos, se intenta, también por turnos, tirar el pial, es decir, tirar al toro de las patas con la reata para finalmente derribarlo.

Jineteada de Toros

Jineteada de Toros

Consiste en montar un novillo y permanecer en el lomo del animal hasta que haya dejado de reparar. Para su calificación y dependiendo del sistema que empleen para jinetear, los jinetes se dividen en las siguientes categorías: con pretal de gaza, con tentemozo, a piochi y cola, con la cara hacia atrás (en el lomo) y a una mano. El toro sale del cajón dando reparos para intentar derribar al charro que lleva sobre su lomo y éste, a su vez, hace todo por permanecer montado. La suerte termina cuando el animal deja de reparar y el charro se apea. A la jineteada considerada como excelente se le conceden 21 puntos, a la buena 17, a la regular 13; cuando el toro sólo corre o brinca 8 y la mínima calificación es de 6 puntos cuando únicamente camina o trota.

Coleadero

Coleadero
Es una de las suertes más espectaculares; es valiente, rápida, impetuosa y no exenta de peligro. Colear significa derribar un toro en plena carrera, jalándolo de la cola con la mano. El equipo de coleadores será de tres a cinco, dependiendo del tipo de competencia y cada coleador tendrá tres oportunidades. Como la longitud del lienzo es de 60 metros, se otorgará mayor puntuación a todas las caídas que se efectúen en menor terreno. A toda carrera y paralelamente al toro, el charro se agacha para agarrarle la cola y llevarla aproximadamente a la altura de la rodilla; en esa posición, debe pasar la pierna con todo y estribo por encima de la cola del novillo enredándola firmemente en la espinilla, e imprimiendo mayor velocidad a la carrera, jalará fuertemente para derribar al animal.

Piales

Piales

Pialar significa lazar al animal únicamente de las patas traseras. En esta suerte no se busca derribarlo, sino disminuir su velocidad hasta detenerlo completamente. En campeonatos oficiales habrá un pialador por cada equipo, mientras que en competencias amistosas se recomienda que sean tres por cada equipo. Cada pialador tendrá derecho a tirar tres veces y cambiar su colocación en el lienzo para tener las mismas oportunidades. Existen diversas formas de tirar piales que merecerán puntuación diferente, dependiendo de la dificultad y la destreza con que se ejecuten. Se califica como faena realizada cuando la yegua ha sido detenida totalmente por el pialador.

La Cala de Caballo



Como lo marca el reglamento de la Federación Mexicana de Charreria, en esta suerte se demuestra la rienda, mansedumbre, el gobierno, el brío, el poder de una cabalgadura, y bueno como todos sabes es la primera suerte de la charreada también denominada como la suerte del silencio. Se denomina suerte del silencio porque cuando se esta calando un caballo debe de estar el caballo y jinete en plena concentración y deben ser un binomio perfecto es por eso que se considera la suerte del silencio y no debe acompañarse ni por la tonada de una banda o de un mariachi.

El atuendo Charro de ayer y de ahora ...

El atuendo Charro de ayer y de ahora ...
El atuendo charro ha tenido dos etapas importantes:
La correspondiente a la época de Maximiliano y la que sigue vigente hasta nuestros días.
 
Traje de Faena… el más usual para las competencias
Traje de Media Gala… es más ornamentado y se utiliza también para las competencias.
 
Traje de Gala… puede usarse a caballo, pero no se utiliza para la ejecución de faenas.
Traje de Etiqueta o Ceremonia…    el más elegante de todos,   se utiliza en ocasiones muy especiales,  pero nunca a caballo.

Como parte importante del traje de charro, Las espuelas… fabricadas en Amozoc, Puebla… “cuyo pavón no borra el tiempo, ni el andar maltrata…”, según reza el refrán popular, mantienen vigente la herencia del diseño árabe y español.
El atuendo del caballo con sus arreos, hacen juego con la vestimenta de su dueño.
La silla ha sufrido modificaciones, conforme fueron surgiendo nuevas labores con el ganado.
La anquera, descendiente de la gualdrapa, que es como una enaguilla de cuero grueso que cubre el anca del caballo y va ribeteada alrededor de su parte baja con zarcillos o brincos, hermosamente calados, de los cuales cuelgan algunos adornos lamados “higas y cascajos” a los que la gente de campo llama “ruidosos”. Este aditamento sirve para amansar al potro y asentarle el paso y es muy útil para ayudar a su educación, además de que lo defiende de las cornadas de los toros.

Los Charros… De sus atuendos y atavíos…

Los Charros… De sus atuendos y  atavíos…
El notable historiador Luis Pérez Verdía en su libro “Historia Particular de Jalisco” (1911) hace referencia al ranchero rico que: “…usaba vestido de cuero o de género de lana, mangas o sarape de estambre o de Saltillo, que alcanzaba el precio de una onza de oro, botas de montar llamadas de campana con ataduras de cuero o fuertes cintas de color y sobrero de ancha falda…”
El traje charro tiene, entre sus antecedentes, los atuendos de los jinetes hispanos, quienes hacían prendas verdaderamente extraordinarias, especialmente suntuosas, con adornos de plata y oro.
Según algunos historiadores, su origen principal está en el traje de Salamanca, España, al que también se llamaba “Charro”.

Maximiliano de Habsburgo
Maximiliano fue sin duda uno de los grandes promotores del traje de charro.
En sus viajes, el emperador se hacía acompañar por “gente de a caballo” que lucía con mucho orgullo su indumentaria.
Maximiliano prefería la chaquetilla corta sin adornos y el pantalón ajustado con botonadura de plata; el sombrero que complementaba su atavío era de ala planchada galoneado en plata, así como la toquilla del mismo material.
Para los patrones, se confeccio-naban sarapes y jorongos, con pantalones de jerga en blanco y negro.
Para los peones, además de chaquetas, calzoneras y pantalones de cuero, pantalones de jerga en rojo y negro. Las mujeres, estaban encargadas de bordar las camisas de padres, hermanos y novios.

A los sombreros se les fueron agregando bordados distintos que hacían juego con el resto del traje: dibujos de flores, águilas, búhos o serpientes; todo en plata u oro, según los gustos y las posibilidades del dueño.

El Charro protagonista en la Historia de México



A lo largo de la Colonia y en la época de la Independencia, abundaron los hechos importantes de nuestra historia en los que el hombre a caballo jugó un papel de vital importancia, tanto en las luchas, como en el mantenimiento de la paz, y gracias a sus hazañas los charros consolidaron su figura.

El antecedente de cómo se fue conformando la charrería como grupo importante, se remonta al siglo XVIII, cuando un contingente de soldados llamados “Dragones de la Cuera”, vigilaban los presidios desde Bahía Matagorda, en el Golfo, hasta el río Sacramento, en California del Norte.
El grupo protegía a la Nueva España de las invasiones de los indios bárbaros, allá por 1730.
De la vestimenta de estos soldados, sobresalía la cuera de ante, que resultaba resistente a las flechas y hacía las veces del “escahuipil” de la época prehispánica.
Esta prenda tenía mangas y llegaba hasta las rodillas; estaba acojinada por dentro con piel de borrego y era usada con un cinturón de piel cruzado al pecho. En las bolsas de la cuera, estaban bordadas las armas del rey.

La Fiesta Charra durante la Colonia

La Fiesta Charra durante la Colonia…
En el siglo XIX, durante la época de la colonia, los terratenientes, poseedores de ganado y propietarios de grandes extensiones de tierra, fueron los mayormente beneficiados con la economía rural, para la cual, requirieron de gran cantidad de trabajadores.

Las haciendas prósperas, llegaron a emplear varios centenares de peones permanentes, un tanto eventuales y en menor cantidad de arrendatarios y de aparceros que se encontraban en los límites de las haciendas, esparcidos en rancherías o congregaciones y en pequeños caseríos.
El agro mexicano giró durante varios siglos en torno a la economía de las haciendas,  predominando  aquellas  criadoras de ganado mayor,  en donde

Charros en la época colonial.
surgieron, una significativa escala de trabajadores protagonistas de hechos que darían origen al charro y a la charrería.

Los trabajadores de las Haciendas, teniendo mayor injerencia la población de libre movilidad como los arrendatarios, aparceros y rancheros, dejaron grata memoria escrita de aquellas faenas camperas, finalizadas en festejo, conocidas como Rodeos.
Conforme a lo reglamentado en 1574, el rodeo era una batida circular que hacían los vaqueros montados en sus caballos para bajar el ganado de las serranías y concentrarlo en un punto donde se haría la selección de animales, ayudándose de largas puyas con punta de hierro, similares a las garrochas.
Los animales sin marca “orejones” se repartían entre los distintos “señores de ganado”, y los de marca desconocida eran entregados a los representantes de las autoridades virreinales como bienes mostrencos.

La faena de amansar y arrendar o hacer a la rienda los caballos que, como el ganado bovino se habían multiplicado en estado semi-salvaje en las grandes planicies, requería de hombres diestros y entrenados.
Para separar el ganado que vagaba sin reconocer límites de la Hacienda a la que pertenecían, se designaba un sitio llamado rodeo. Ahí se reunían para contar, reconocer y vender el ganado mayor.
Enseguida los vaqueros marcaban a las bestias con el hierro del hacendado en sitios especialmente designados, ocasión que se convertía en una celebración colectiva.
Nacieron entonces los herraderos y así algunos animales eran elegidos para la agricultura o el transporte, y se procedía a caparlos para facilitar las labores.

La actividad conocida como “Coleadero” surgió como una necesidad, pues a menudo, las haciendas tenían demasiado ganado; una vez que los animales estaban separados, los vaqueros acostumbraban derribarlos, tirándolos por la cola. Surgía así entre los jinetes un enfrentamiento amistoso-deportivo.

MONTURAS CHARRAS

MONTURAS CHARRAS

La montura del charro es una de las obras de artesanos, talabarteros y orfebres, más espectaculares. Los arreos, es decir; todos los anexos que componen la montura se utilizan en cada una de las suertes, ejercicios y faenas charras. La silla charra o vaquera consta de fuste, cueraje y herraje.

El fuste es el armazón; está hecho de
madera y los más lujosos están forrado con pergamino o piel de cerdo curtida llamada retobo.

El cueraje son todas las reatas (cuerda torcida de fibra de maguey, pita o
ixtle de lechuguilla), cuerdas y tiras de cuero que cuelgan del fuste: éstos son bastos (dos faldones de cuero que tienen hebillas para sujetar la reata), arciones (tiras que sostienen los estribos), cantinas (bolsas laterales), látigos (tira que aprieta la silla al lomo del caballo), enreatados o pial (unen el fuste a las argollas de los látigos), contralátigo (tira que une la argolla del enreatado a la del cincho), contrarreatados o contrarreatas (tirantes de cuero que pasan por debajo de los arciones y de las cantinas), cuartas (azote que va sobre la cantina), alzacincho (pieza de cuero que suspende el cincho cuando se desensilla), tientos (correas de gamuza que sostienen los elementos al fuste), anquera (cubierta de cuero que se le pone a los potros antes de la silla).

Algunas otras partes de las monturas sirven para mantener la silla en su lugar mientras se ejecutan suertes como lazar y colear, o cuando repara el
caballo. Éstas son barriguera, pechopretal y cabezadas que sirven para recortar o alargar las bridas y el freno.

El herraje, como lo indica su nombre, está formado por todas las piezas de metal, éstas son: estribos, argollas, amarres, chapetones y botones. La mayor parte son de acero pavonado y embutido de plata en forma de media caña. Cuando la montura es de lujo lleva incrustaciones de plata. Las espuelas suelen ser la pieza de herrería más vistosa de la montura; se decoran con calados delicados e incrustaciones, repujados y labrados de plata o de oro. Los Estados de
Zacatecas y Puebla, particularmente Amozoc, son los lugares en donde están los artesanos más reconocidos de la charrería.

EL LIENZO CHARRO

EL LIENZO CHARRO

El lienzo charro es el lugar donde se celebran las charreadas, viven los
caballos y se entrenan los jinetes. Se le llama lienzo a todas las instalaciones, formadas por el lienzo propiamente dicho que es de forma alargada, el ruedo, las caballerizas, etc. Los primeros lienzos charros se construyeron en los años veinte. Se parecían a la plaza de toros, sólo que se le aumentó el lienzo: una extensión rectangular, destinada a suertes como colear, manganear y pialar.

Según el reglamento oficial, el lienzo debe ser un terreno cercado y plano, de 60 por 12 metros. El partidero, cerrado con una puerta diagonal abatible, tiene 1.80 metros de claro y un embudo de 70 centímetros de ancho. Debe haber cajones de 1.80 metros de largo para manejar el
ganado del coleadero, un devolvedero de 2.30 metros de ancho con cajones para jineteo, situados a un lado de éste y junto al ruedo. También deberá tener corraletas, para el ganado vacuno y caballar que espera entrar al lienzo. Un ruedo de 40 metros de diámetro y su correspondiente desembarcadero para los caballos de los charros y escaramuzas visitantes. La caseta de jueces está a 60 metros de altura. Adentro hay un equipo de sonido, un pizarrón de calificaciones, cronómetro y gradas para el público.